15 de abril de 2016. La Guardia
Civil, en el marco de la operación “ESTIBADOR”, desarrollada en la provincia de
Murcia ha procedido a la detención de 11 integrantes de una organización
criminal (10 varones de nacionalidades marroquí y argelina y una mujer de
nacionalidad española), a los que se les atribuye la presunta autoría de los
delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones, detención ilegal, robo
con fuerza y pertenencia a organización criminal.
En la operación se han practicado 9 registros domiciliarios en Torre Pacheco,
Cartagena y las pedanías cartageneras de La Palma y Pozo Estrecho (Murcia) en
los que se ha intervenido un arma de fuego corta con abundante munición, una
pistola simulada, numerosas joyas, dinero, material informático y audiovisual, 17
vehículos y útiles empleados para cometer los robos, tales como pasamontañas,
guantes, martillos y sopletes.
Hasta el momento se han esclarecido 14
delitos contra la propiedad y se está investigando su presunta relación con una
treintena de delitos cometidos en domicilios, estaciones de servicio y otros
establecimientos comerciales de la región de Murcia.
Las investigaciones se iniciaron en
octubre del pasado año cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la
existencia de un grupo de personas que podría estar cometiendo robos con gran violencia
e intimidación en joyerías, comercios y viviendas habitadas en Campo de
Cartagena y Mar Menor (Murcia) por lo que se estableció un dispositivo para identificar,
localizar y detener a los miembros de organización.
Fruto de las investigaciones, los
agentes determinaron que se trataba una organización experimentada, con un amplio
historial delictivo y que empleaba una violencia extrema para conseguir su
‘botín’. Asimismo, la red no dudaba en golpear y amenazar, con armas de fuego,
a sus víctimas, alguna de las cuales resultó herida de gravedad.
Estructura
piramidal dividida en tres ramas
Igualmente, se pudo constatar que la
organización estaba liderada por un ciudadano marroquí, extremadamente
violento, en torno al cual se organizaba una estructura piramidal dividida en
tres ramas: logística, de vigilancia y apoyo, y operativa.
La rama logística gestionaba los asuntos
financieros y era la encargada de mover en el mercado negro las joyas y objetos
de valor, así como de transportar y custodiar grandes cantidades de dinero
sustraído.
Los encargados de la vigilancia y el
apoyo se dedicaban a seleccionar y vigilar
los objetivos que iban a robar y detectar las medidas de seguridad,
tanto de establecimientos públicos como de domicilios particulares. Asimismo,
comprobaban los horarios y rutinas de sus víctimas e incluso la existencia de
cajas fuertes, joyas u otros bienes de gran valor.
Éstos, además, eran experimentados
conductores y se encargaban de trasladar al grupo operativo hasta los locales o
domicilios elegidos para cometer los robos, donde se quedaban vigilando para
detectar la presencia policial hasta la finalización de los asaltos, momento en
que huían con celeridad por vías de comunicación previamente seleccionadas.
En sus desplazamientos utilizaban
vehículos, que sustraían en días anteriores y que ocultaban hasta la fecha
elegida para cometer los atracos.
Finalmente, el grupo operativo formado
por 5 personas se dedicaba a cometer con gran violencia los asaltos.
Atracos a joyerías y otros establecimientos públicos
Unos de los
principales objetivos organización eran joyerías, generalmente próximas a su
lugar de residencia, a las que accedían violentamente amenazando con pistolas y
escopetas tanto a los propietarios como a clientes que hubiera en ese momento, no
dudando en golpear y encañonar para conseguir el mayor número de joyas y
dinero.
Otro de los objetivos eran estaciones de
servicio, salones de juego, centros de gestión de residuos sólidos y locales de
alterne.
Atracos en viviendas habitadas
Asimismo, la red
actuaba sin escrúpulos contra los moradores de las viviendas asaltadas, a los
que mantenían en el interior de los domicilios retenidos y amedrentados hasta
lograr el robo dinero y joyas.
La operación ha
sido desarrollada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y
el Grupo de Delincuencia Organizada y coordinada con la Unidad Orgánica de
Policía Judicial (UOPJ) de Murcia, en colaboración con la Gendarmería Real
Marroquí.
Se ha contado
con el apoyo de la Unidad Especial de Intervención (UEI), Unidades de Seguridad
Ciudadana de Comandancia y Compañía (USECIC y USECICO), Unidad Aérea y un
oficial de la Gendarmería Real de Marruecos.
Los detenidos, los efectos recuperados y
las diligencias instruidas han sido puestas a disposición del Juzgado de
Instrucción número 4 de Cartagena (Murcia).
La operación continúa abierta, por lo
que no se descartan nuevas actuaciones y detenciones.