Nuestros funcionarios no tienen la culpa

La Real Academia Española de la Lengua describe la DEMAGOGIA como una práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular, siendo Aristóteles el que la definía como la forma corrupta o degenerada de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder. Precisamente en estos tiempos que nos ha tocado vivir, coincidente con la peor generación de políticos que han tenido todas las administraciones públicas (Europea, Central, Autonómica y Local), surtida de mediocres trepadores al servicio de los corruptos mercados financieros y de intereses ajenos a la sociedad, nos encontramos con una manifiesta inutilidad de los gobernantes disimulada con grandes dosis de demagogia.

El reciente mes de julio nos sorprendió el indeciso-veleta Sr. Rajoy con medidas económicamente erróneas como la subida del IVA o el perdón fiscal a los grandes defraudadores y sinvergüenzas, incluso otras propuestas cínicamente populistas como la eliminación de la paga extraordinaria de Navidad a los funcionarios (que se sumaba a los anteriores recortes porcentuales del sueldo y la ampliación de la jornada laboral). Esta contradicción del Partido Popular (ya que unos meses antes decía justo lo contrario) provocó una moción del concejal Francisco R. Martínez Meroño (portavoz Izquierda Unida-Verdes RM) para que el Pleno Ordinario de 26 de julio rechazara estas disposiciones del Real Decreto Ley 20/12 por suponerlas injustas, desproporcionadas e inútiles para los intereses generales de los ciudadanos de Torre Pacheco. Contó con el voto contrario del Sr. Alcalde y la mayoría absoluta de los concejales del PP, pero si tuvo el reconocimiento favorable de los grupos de la oposición. El concejal del Partido Independiente Antonio León Garre expresó su apoyo a los funcionarios municipales en su turno de intervenciones:

"Desde el Partido Independiente siempre nos hemos mantenido al margen de todas aquellas cuestiones políticas en las que este Ayuntamiento no tiene competencias, ya que para los temas de índole nacional para eso están los diputados elegidos por los votantes, para que cumplan con su trabajo, y que lo hagan honestamente y con lealtad hacia los ciudadanos, ya que tienen que gobernar para ellos, y no al revés.

Sin embargo, nos encontramos en este caso con unas medidas que vienen desde Madrid y que obligan a este Ayuntamiento a llevarlas a cabo, cuando todos los concejales que estamos aquí sabemos que son injustas.

Se está demonizando a los funcionarios, a nuestros trabajadores y personal laboral, como si fueran culpables de la crisis que tenemos, y precisamente ellos son los que no se han beneficiado de los años de la burbuja, y están viendo como de forma continua, gobierno tras gobierno, de un color y de otro, están perdiendo derechos de forma intolerable.

Nuestros funcionarios nos han pedido a nosotros, a los concejales de la Corporación, que los defendamos ante las agresiones que están sufriendo, de forma inexplicable, desde la política extra-local.

Es muy fácil hacer demagogia con el tema de los trabajadores públicos, pero ¿que sería de este municipio sin sus policías, sin sus jardineros, sin el personal de mantenimiento, sin los jurídicos, sin los administrativos, sin los técnicos, sin los conserjes y en general de todos los que sirven y trabajan para los ciudadanos de este municipio?

Los trabajadores de este Ayuntamiento, y muchísimos convecinos, se han manifestado y nos han instado a que le hagamos llegar al Gobierno de la Nación la petición de rectificación, y así debemos hacer los 21 ediles que estamos sentados en este salón, tenemos que defender a nuestra institución y exigir que se adopten medidas racionales de austeridad, pero ajustando arriba, no recortando abajo. Es inmoral que los de arriba recorten a los de abajo. Con lo fácil que sería que empiecen a recortarse ellos mismos.

El Grupo Independiente vota a favor de la moción que presenta Francisco Ramón Martínez Meroño e invitamos al resto de concejales, sin partidismos y sin disciplina de voto a decirles a nuestros políticos de arriba que no ahoguen mas a los débiles, que no suban los impuestos, que no paralicen el consumo, que no rescaten a los causantes de la crisis, en definitiva a hacer aquello para lo que se les ha votado que no es ni más ni menos que trabajar por y para los ciudadanos."

El Partido Popular está cargando sobre los trabajadores públicos sus propios errores o defectos (Principio de la transposición), aprovechando el sustrato preexistente en la sociedad, de forma negativa, del mito de funcionario (Principio de la transfusión) canalizando sobre los trabajadores públicos todas las culpas. El colmo de este despropósito lo protagoniza el Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Sr. Valcarcel Siso, en un alarde de soberbia e hipocresía, se blinda la paga extraordinaria navideña de todos sus altos cargos regionales (consejeros, directores generales y el mismo presidente) con la excusa de que ellos no son funcionarios y no les afecta el recorte. Además, y con un cinismo que no conoce límites, estos mandamases son capaces de publicar en el BORM (3/agosto/2012) un Código de Buenas Prácticas de la Administración Pública, en el que dan instrucciones a l@s funcionari@s públicos para que ahorren iluminación, papel, tinta, clips, grapas, etc. Lo que desconocen los gobernantes (ignorancia debido a su escasa inteligencia) es que quien dilapida los recursos económicos no son los funcionarios sino los políticos de turno con sus coches oficiales, asesores, personal de confianza, dietas, contrataciones a empresas y sospechosas fundaciones, encargos de estudios e informes inútiles,  festejos, etc. Para mayor ruindad, se aprovecha esta tendencia ultraliberal contra la Función Pública para justificar la privatización de entidades y servicios públicos, favoreciendo el resurgimiento de grupos reaccionarios alimentados de la irresponsabilidad del PP.