viernes, 26 de julio de 2013

Ha fallecido el médico D. HERMINIO ALCARAZ, Hijo Predilecto de la Villa de Torre Pacheco

Torre Pacheco se ha vestido de luto por D. Herminio Alcaraz Romero, fallecido a la edad de 93 años tras una breve hospitalización al complicarse su estado de salud, culminando con la intensa vida de una de las personalidades más importantes del municipio y diputaciones vecinas, reconocido no solo a nivel profesional por su actividad médica sino también por su labor política, literaria, música, su faceta humana y el cariño por el pueblo que le vio nacer el 28 de abril de 1.920 en una casa (La Pilarica) de la Plaza del Palmero (actualmente Plaza de la Libertad).
Las innumerables muestras de pésame y cariño recibidas por la familia (su esposa Dª Juana Páez y sus cuatro hijos), tanto de amigos y compañeros como la propia Corporación Municipal, ex-alcaldes y ex-concejales, además de todo el vecindario de la Villa de Torre Pacheco, de la cual fue nombrado Hijo Predilecto junto al cronista oficial D. Joaquín Ferrándiz, han servido de homenaje a una persona convertida en institución municipal y conocida por varias generaciones como D. HERMINIO.
Hijo de practicante (anteriormente su padre había sido operario fabril en Francia), D. Herminio sobrevivió a un accidente infantil mientras se perforaba un pozo artesiano en el mismo centro del pueblo, donde también se encontraban las antiguas escuelas del Paseo Villa Esperanza (derribadas en 1.983 para construcción de la actual Casa de la Juventud) en las que estuvo escolarizado, aunque después cursó bachillerato en Cartagena a la que acudía diariamente en bicicleta, simultaneándolo con trabajos de aprendiz de barbero, telégrafos, mecanógrafo en la fábrica de especias Cerdán. En la época de la II República Española fue saxofonista en la Banda de Música dirigida por D. Joaquin Ferrándiz Sr., futbolista y actor de teatro local.   
El Golpe de Estado del 18 de julio de 1.936 interrumpió sus incansables actividades, siendo reclutado a mediados de 1.938 y destinado en el Gobierno Militar de Murcia. Concluida la injusta y cruenta Guerra Civil, realizó el servicio militar en el Regimiento de Oviedo, aunque una pleuritis crónica progresiva consiguió excluirlo en febrero de 1.942, pudiendo continuar sus estudios de bachillerato, pasar el examen de "Estado", iniciar la carrera de Medicina en la Facultad de Madrid y finalizarla en la Universidad de Salamanca en septiembre de 1.950, instalando su consulta médica en Torre Pacheco, ejerciendo su labor hasta su jubilación en 1.994.
D. Herminio tuvo una fructífera actividad social. Fue miembro de la Junta Directiva del Círculo Instructivo (colaborando en la construcción del actual edificio de 1.957). Además fue concejal en el Ayuntamiento de Torre Pacheco entre los años 1.964 y 1.971, así como candidato en la época democrática en las listas de Alianza Popular. También formó parte de la sociedad cultural-artística AVANCE, colaborando en la extinguida revista "Mar Menor" con artículos que también elaboró para los programas de las fiestas patronales y el diario "La Verdad", recopilando parte de ellos en su última obra "Las horas ganadas" publicada en 2.005. Ha sido literatura de expresión sencilla y amena, plasmando personajes, vivencias y lugares del pasado.
Las distinciones que ha recibido D. Herminio Alcaraz proceden, no solo de sus titulaciones académicas (médico puericultor 1.953, médico de empresas 1.957) sino de sus iniciativas como socio fundador de Pediatría del Sureste de España (1.962), título de Caballeros de Yusta (1.978). Ha recibido homenajes por parte de la O.N.C.E., A.S.I.S.A.. Uno de los reconocimientos más hermosos que tuvo fue la denominación de una plaza de Torre Pacheco con su nombre, a petición de l@s vecin@s, junto a la Avda. de la Estación (fotografía, con busto en bronce de Mayte Defruc, año 2.002).
Pero sin duda, la principal gratificación que ha tenido D. Herminio ha sido el nombramiento como Hijo Predilecto de la Villa. Fue el actual presidente del Partido Independiente de Torre Pacheco, Diego Alfonso García Cobacho, quien siendo concejal en la oposición en 2005 presentó al Pleno Municipal una moción que transcribimos a continuación:
"Entre nuestros vecinos, hay personas que han destacado de forma relevante por sus cualidades personales, entrega y dedicación, no solo a nivel profesional sino también a nivel personal, humano y mediante la prestación de servicios al municipio. Para el reconocimiento de tales méritos y la consideración en el concepto público, prevé nuestro Reglamento de Honores y Distinciones el título de Hijo Predilecto de la Villa, cuando se da la circunstancia de que el vecino es hijo de la villa.
Considera este grupo municipal y cree que es criterio compartido por los demás grupos políticos y generalidad de los vecinos, que Don Herminio Alcaraz Romero y Don Joaquín Ferrándiz Gutiérrez se han hecho sobradamente acreedores de tal distinción o nombramiento por su trayectoria vital, de sobre conocida por los vecinos de nuestro municipio, comarca y Región, que en cualquier caso quedará suficientemente acreditada en el expediente que se pueda tramitar al efecto.
Por todo ello al Pleno Municipal se propone:
1.- Que se inicien los oportunos expedientes para la declaración de hijos predilectos de la Villa de Torre Pacheco a Don Herminio Alcaraz Romero y Don Joquin Ferrándiz Gutierrez.
2.- Que tales expedientes se inicien y tramiten en la presente anualidad a fin de que en su caso el acto protocolario de reconocimiento pueda tener lugar dentro de los actos que con motivo del día de la Constitución se celebre en el Municipio para el 2005.
3º- Que el nombramiento del instructor o instructores del expediente sea efectuado en el presente Pleno Municipal, recayendo el cargo de Secretario en el Secretario General de la Corporación o persona en quien él delegue.
Torre Pacheco, 24 de junio de 2.005".
Esta moción fue aprobada por unanimidad de todas las formaciones políticas del consistorio (PP, PSOE, PITP e IU) y el 6 de diciembre del mismo año (Día de la Constitución Española) se celebró el solemne acto en el antiguo edificio de la Casa Consistorial.
Desde el Partido Independiente de Torre Pacheco se quiere manifestar un sencillo tributo como muestra de cariño, respeto y admiración por una persona que, desde hace mucho tiempo, ha trascendido a la historia de este municipio, trasladando las condolencias a su Sra. esposa e hijos Herminio, José Antonio, Juan Carlos y Francisco Javier. Los testimonios de pacientes suyos son claro ejemplo de profunda entrega a los demás, haciendo a veces lo imposible por atender a aquellas personas que lo necesitaban, sin importar las distancias a recorrer, las horas o el día. Fue un médico de 24 horas, siete días a la semana. Una llamada a su puerta en plena noche o madrugada era un decidido despertar, sin vacilaciones, para atender de forma humana, generosa y profesional a quien requería de su intervención.
D.E.P.

6 comentarios:

  1. Prólogo de F. Javier Alcaraz, hijo de D. Herminio, en su última publicación "Las Horas Ganadas", 2005:
    La luz de la mañana entró de súbito en la consulta cuando halló la carpeta que almacenaba aquellos recuerdos, no ya de infancia sino de toda la vida. Un conjunto de textos que, siempre a petición de otros, había escrito durante su existencia.
    Las manos, aún fuertes y decididas, abrieron la cubierta y un escalofrío recorrió su espalda cuando Antón le sonrió. Sabía que iba a volver a su mente, que mil travesuras urdirían de nuevo, que la antigua estación tomaría vida y las campanas repicarían desde aquella torre hoy destruida.
    No solo Antón despertó. También lo hicieron Pilarica, el señor Martínez, don Gregorio, el marqués y tantos otros que habían conformado el puzzle de su vida. Y mil sensaciones se apoderaron del mágico momento cuando el olor a café del Tío Juan Candelaria hizo acto de presencia, o cuando "aquellos forasteros nacidos aquí" emprendieron por última vez el camino de retorno hacia nadie sabe donde. También se vio con sus pantalones cortos en aquel Grupo Escolar, que una vez fotografió, atento a las explicaciones de don Antonio, y sintió que tenía alas al correr tras Paco Ballester en respuesta a una infantil provocación.
    Una mueca de satisfacción recorrió su rostro cuando uno a uno pasaron por aquella consulta que iluminaba la luz de la mañana, no para reclamar un diagnóstico, ni siquiera para pedir un consejo, sino para agradecer el haber quedado reflejados para siempre en aquellos escritos repletos de cariño y sensibilidad. Cada uno de ellos significa para él un capítulo de su vida, y ahora, con la distancia del tiempo, podía comprender que todos ellos habían hecho de él lo que hoy es.
    Al caer la tarde cerró la carpeta muy despacio, como si nunca mas volviera a abrirla de nuevo. La luz, ya tenue, revelaba algo mas que el fin del día. Pero, de repente, volvieron a su mente otros muchos recuerdos, otras muchas vivencias. Se sentó de nuevo frente a la máquina de escribir, y las letras comenzaron a grabarse en aquellas viejas recetas ya en desuso. Aquel sonido olvidado componía una nueva melodía cuando se abrió la puerta y una algarabía se apoderó de la habitación. Los niños rompieron el silencio casi sagrado de la estancia anunciando un futuro prometedor para todos.
    Sintió que era él mismo comenzando de nuevo una nueva vida en la Tierra que le regalaban las generaciones venideras. Volvía a sentir el dulce sabor de las horas ganadas.

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  2. Recogemos parte de la intervención de Diego Alfonso García Cobacho durante el solemne acto de nombramiento de HIJO PREDILECTO DE LA VILLA DE TORRE PACHECO, 6/diciembre/2.005, en el Salón de Actos de la antigua Casa Consistorial:
    "...DE DON HERMINIO, quiero destacar esta mañana, su profesionalidad y su humanidad que durante años ha demostrado a cuantos vecinos han precisado de sus servicios. Mis padres que necesitaron muchas veces de sus servicios para sus hijos, siempre hablan de él con tremendo respeto y simpatía.
    Mi madre siempre me cuenta la anécdota de que cuando nací apenas pesaba 1,5 Kg. y que me desarrollaba muy raquíticamente, Don Herminio era mi médico. Mi madre le planteó sus dudas de si me iba a quedar muy pequeño y Don Herminio zanjó sus pesares diciéndole: No te preocupes que como yo se hace.
    La única enfermedad importante que creo haber pasado fue el sarampión, la verdad es que recuerdo haberlo pasado francamente mal y que sólo después de la visita de Don Herminio no he vuelto a tener ninguna otra enfermedad de importancia.
    Siendo Concejal, siempre recibí de él buenos consejos y su colaboración y ayuda cada vez que se lo requerí. Me asesoró en deportes, en exposiciones de pintura, en actos protocolarios, descubrí su forma de escribir a través de sus colaboraciones en programas de fiestas y cumplió su palabra de escribir un libro que acaba de publicarse y que forma parte entrañable del acervo cultural de nuestro municipio.
    Incontables serán las anécdotas y vivencias que todos hemos compartido con Don Herminio. Sin duda un hombre que merece este homenaje que le tributamos esta mañana y cuya trayectoria vital llena de orgullo a todos los que nos sentimos pachequeros..."

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  3. Es la vida, desaparecen personas ejemplares y no hay sustitutos.
    Mi mas sentido pesame para su familia y los que le conocimos.

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  4. descanse en paz, un saludo a la familia

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  5. Al menos a esta persona se le homenajeo en vida, con un título del Ayuntamiento y con el nombre de una plaza, no hubo de esperar a morirse para que se acordaran de él. Felicidades por ello.
    Propongo que algunos nombres de calles (calle del diamante, calle del petirrojo, calle del niquel, calle del aluminio, calle del canario, y tantos nombre absurdos) se le pongan a gente que realmente lo merece, como este médico que tan dignamente habeis tenido el detalle de publicar. Muchas gracias.

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  6. El Torre Pacheco que conociamos ha muerto un poco con Don Herminio. El que va surgiendo, no tiene pinta de ser mejor. Sin duda nos estamos haciendo viejos y la añoranza y la nostalgia van apareciendo, con la tristeza de ver un vecindario apático sin ilusión y sin futuro.
    Yo creo que ni siquiera se ha decretado un día de luto. No lo sé, en su caso, mis disculpas.

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