Las
tres serán las dos, como corresponde al bianual cambio de hora -desde el año
1974- que se produce según Directiva Europea para ahorrar energía, cuantificada
según el I.D.A.E. en un 3% en iluminación (300 millones de euros), aunque según
el iluminado ministro de energía -Jose Manuel Soria-, el ahorro asciende al 5%,
aunque dicho por uno de los miembros más tontos del gobierno del mentiroso
Rajoy es difícil creerlo. No en vano ha modificado la ubicación geográfica de
las Islas Canarias para que el Meridiano de Greenwich pase por ellas, además de
incentivar el uso de energías alternativas ayudando a las grandes empresas
petroleras, promoviendo la técnica del fracking para la extracción de gas,
anulando las ayudas a los emprendedores en energías limpias, inventando el
impuesto del sol, llevando a la ruina a cientos de empresas y
condenando al paro a miles de trabajadores.
Pero
si nos centramos por el ahorro
energético, en el Ayuntamiento de Torre Pacheco ni lo conocen ni lo esperan,
superando con creces el consumo municipal (edificios y alumbrado público) las
previsiones en gasto eléctrico para 2013, aunque se esfuerce el Sr. Alcalde
y su concejal de Medio Ambiente en presumir de sellos de eficiencia, reuniones y
compromisos internacionales y estudios técnicos al efecto, con su consiguiente
gasto para las arcas municipales. Realmente
lo que necesita el Ayuntamiento de Torre Pacheco no es un cambio de hora, sino
un cambio de reloj. Y no nos referimos al que aparece en la fotografía, en
lo alto de la nueva torre del templo
parroquial, construida por el Ayuntamiento y elevado su costo a cifras
inconfesables, que aún falta por pagar y por justificar a la sociedad
pachequera. El Partido Independiente solicitó reiteradamente un informe que
detallara los desproporcionados excesos de la obra de la torre, pero pasados
tres años siguen sin querer aclarar este PP-dispendio.
Mientras
se sigue esperando que el Sr. Alcalde y sus doce concejales expliquen su
gestión a l@s ciudadan@s, estos se han hartado de esperar, han perdido el miedo
endémico a expresarse y actuar coherentemente con el pensamiento. El claro
ejemplo del desplante de las peñas y
colectivos en las pasadas fiestas patronales ha venido a evidenciar la ola
de indignación viral, no solo en Torre Pacheco.
La
misma Iglesia Católica (con una histórica influencia en esta sociedad) está
dejando de rezar y rogar por nuestros políticos y se están poniendo del lado de
los desahuciados. El ejemplo de
sacerdotes comprometidos con el evangelio y con los pobres ha alertado al Obispo
de Cartagena que el lugar de la Iglesia no está junto a los banqueros y/o
dirigentes políticos; algo parecido al mensaje del actual sucesor de San
Pedro, destituyendo a grupos de poder y predicando con su propio ejemplo
franciscano. Dicen irónicamente que a la
Iglesia le ha salido un papa cristiano.
El cambio está llegando
porque la situación es insostenible, excepto para las entidades bancarias que
siguen aumentando beneficios año tras año. La patética
imagen de un banquero cántabro, burlándose desde Nueva York de todos los
españoles, debería hacer reflexionar a
nuestros gobiernos sobre la idoneidad de seguir ayudándoles con el dinero de
los ciudadanos, pero el de los ciudadanos pobres, porque los ricos ya se
encargan de llevarse sus maletines a Suiza. Esta continua provocación a los
más débiles no debería resultar gratis ni a los banqueros ni a los políticos.
La necesaria catarsis
llegará a los mismos artículos de una anacrónica Constitución Española que, una
vez superado su objetivo transitorio hacia la democracia, debería replantearse
su adaptación al siglo XXI, al sentido común y la racionalidad.
La misma Casa Real se ha empeñado en trabajar por la III República, no solo el
Sr. Urdangarín sino el propio rey es quien más está haciendo por ella, sobre
todo desde que evidenció su falta de respeto y consideración, no solo a los
elefantes, sino a toda la sociedad española. El príncipe de 45 años ha demostrado
que sabe leer, porque hasta ahora ha sido incapaz de improvisar alguna solución
para España. La pitada con bandera tricolor se está convirtiendo en el nuevo himno
de la inmigrante dinastía Borbón, justo al cumplir 300 años de su llegada a
España tras su victoria en la guerra civil sucesoria de 1701-1713.
La sociedad sigue cambiando,
pierde el miedo, como una presentadora de informativos de
la ultra-rancia televisión Intereconomía, mostrando abiertamente su total
desacuerdo con la parcial redacción de las noticias. El diario La Verdad nos ha
sorprendido con una crítica a la gestión del PP en Torre Pacheco, precisamente
en el área de Servicios Sociales, el área más demandada actualmente y que desde
el Palacio de la Moncloa quieren eliminar esta competencia para
"ahorrar", aunque siguen sin entender que lo que sobran son políticos
y asesores, enchufados y personal de confianza. El patético espectáculo que
están dando nuestros políticos nos deja en evidencia fuera de nuestras
fronteras, aunque siempre tendrán temas para desviar la atención, ya que cuando
no sea Gibraltar será Cataluña.
L@s ciudadan@s cambian,
no quieren ni oír ni hablar de los políticos. ¿será posible un cambio de
valores en esta sociedad engañada por sus votados dirigentes? El cinismo se ha convertido en su sello de
identidad. En este ranking ha entrado con fuerza la altanera
y soberbia Sra. Vicepresidenta Saenz de Santamaría, superando en diferido a su simulada
compañera finiquita Sra. Cospedal. El primer puesto del ridículo no lo dejará fácilmente
la relajada señora del hipócrita Aznar (aquel que hablaba catalán en la
intimidad y negociaba con el entorno etarra).
¿es hora del cambio? No,
es tarde, la hora ya pasó. Ahora queda recuperar el tiempo perdido. ¿es
posible? dependerá de la sociedad civil. No olviden retrasar los relojes una
hora.