Nos estamos acostumbrando en esta mansa sociedad a la caciquil postura de los de arriba recortar a los de abajo, sin
pudor y con total impunidad, aunque bien es cierto que los de arriba seguirán apretando mientras los de abajo sigan asumiendo
todos los sacrificios que les imponen aquellos.
Ejemplos
muy claros los estamos teniendo en la reducción de sueldos y complementos a
funcionarios, donde los políticos y sus
enchufados de confianza (asesores, personal de gabinete y otras faunas
innecesarias) no se reducen absolutamente nada, con la excusa de que no son
funcionarios.
O
los sangrantes casos de regulación de empleo en empresas y sociedades públicas,
echando a la calle al personal
trabajador y quedándose todos los directivos (políticos y amigos), haciendo
recordar el cuento del remero, en el que una embarcación con varios remeros y
varios jefes, al no llegar a los objetivos propuestos le echan la culpa a los
remeros y deciden expulsarlos a casi todos; lógicamente, la barca va más despacio,
el único remero hace el trabajo de diez y además se lleva las culpas de sus nulos resultados, aunque los diez jefes que ordenan y no reman ni se han bajado
de la barca ni tampoco su sueldo.
La
preguntas que debería hacerse la ciudadanía son las siguientes:
¿algún político ha
perdido su puesto en este lustro de crisis?
¿algún político cobra
menos que antes de la crisis?
Las
respuestas, conocidas por tod@s, debería hacer reflexionar a la apática sociedad que ve como, poco a poco, está retrocediendo años en logros democráticos y
derechos sociales conseguidos décadas atrás.
No
obstante, estos insensibles políticos que rigen los destinos de la sociedad (no
olvidemos que han sido votados por los mismos ciudadanos a los que machacan),
disimulan su falta de austeridad con reformas que, lejos de suponer una
modernización de las instituciones, lo que hacen es asegurar el sustento y el trabajo de todo aquel que quiera dedicarse a
la política profesional (dícese de esa persona que no sabe hacer otra cosa en
la vida).
La
penúltima reforma que tiene en la mesa el Gobierno del mentiroso Rajoy es la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de
la Administración Local (ALRSAL), habiendo realizado un anteproyecto que ha
sido objeto de alegaciones por parte de la Federación
Española de Municipios y Provincias (FEMP), algunas de ellas encaminadas a defender puestos de trabajo para los
políticos (se incluyen los designados digitalmente en despachos y no
salidos de las urnas), disfrazado todo ello como una modernización de los
ayuntamientos.
El Sr. Alcalde de Torre
Pacheco presentó al pasado Pleno Municipal de 25 de abril una moción para
apoyar a la FEMP en ¿sus justas demandas? al interino de
Moncloa, ya que supondría la eliminación de competencias impropias y la
clarificación de estas por sus correspondientes administraciones, así como la
financiación de las Haciendas Locales y los servicios que deben prestar a la
sociedad. El Partido Popular pretendía arrancar un apoyo expreso de los
representantes políticos de Torre Pacheco, que así fue, pero con matices.
Izquierda
Unida-Verdes reivindicó la administración municipal como la más cercana a la
sociedad, por lo que su portavoz Francisco
R. Martínez reclamó más autonomía local, menos recentralización del Estado,
todo ello a pesar de PP sigue enrocado en su mayoría absoluta y no quiera oír
ninguna alegación al anteproyecto de ley en tramitación.
El
Partido Socialista apoyó las reivindicaciones de la Federación de Municipios a
la Ley que pretende aprobar el PP, aunque su representante Fernando C. Vera recalcó los errores de las alegaciones presentadas al
calcular de forma errónea el número de concejales asalariados y personal de
confianza.
La
respuesta desde el Partido Independiente
de Torre Pacheco fue realizada por el concejal Antonio León Garre, exponiendo
que:
"Desde el Grupo
Independiente vamos a aprobar la moción, y vamos a expresar nuestro apoyo,
tanto a la Federación Española y por extensión a la Federación de Municipios de
la Región de Murcia, como representantes e interlocutores de las entidades
locales frente a las otros organismos autonómicos y estatales, porque
consideramos que esta institución es el foro adecuado para defender a la
Administración Local, en su financiación, en su organización y en sus
competencias.
Pero aprovechamos esta moción
en el orden del día para recordarle a la
Federación de Municipios que lo que debe defender es a la Administración Local,
no a los políticos locales. Y decimos esto porque en la larga lista de
alegaciones que hemos podido leer vemos como implícitamente, y de forma expresa
también, se están defendiendo unas
cuotas de poder político como por ejemplo el mantenimiento de las
diputaciones provinciales.
Se trata de organismos anacrónicos, establecidos en el
siglo XIX y que el Estado de las
Autonomías ha venido a
sentenciarlas como administraciones
caducas y que doblan competencias con Ayuntamientos y Administración Regional.
Se trata de unas instituciones que generan gasto pero que su labor la pueden
desempeñar perfectamente otras entidades.
Resulta oportuna la tramitación de esta
modificación de la Administración Local vaciar de contenido a las diputaciones,
de forma que la previsible y cada vez
mas cercana reforma de la Constitución Española sea capaz de modernizar las
instituciones democráticas y eliminar aquellas que carecen de sentido en pleno
siglo XXI.
Lógicamente estamos en
una comunidad uniprovincial, por ahora, y no nos afecta esta institución que
consideramos redundante. Pero si es un claro
reflejo de la defensa que hace la Federación de Municipios de puestos de
trabajo para los políticos.
Por supuesto que es
nuestra opinión y así queremos que quede reflejada en el acta, como también
debería quedar recogida nuestra disconformidad con las alegaciones nº 30 y 31,
en la que resulta extraño que en esta
época de austeridad y recortes para los ciudadanos, no se realice un esfuerzo
por parte de los representantes municipales en reducir el costo político a los
Ayuntamientos.
Nos
parece desorbitado el número de concejales que pueden tener sueldo con
dedicación exclusiva y nos parece desproporcionado el número de personas de
confianza a disposición de los políticos de turno.
Hubiera sido más lógico que la Federación de
Municipios hubiera condicionado ese número a las necesidades y a la
disponibilidad económica, y sin embargo establece,
de forma ciega, un número elevado de cargos políticos a costa de los escasos
recursos económicos que dice tener.
Por lo tanto, apoyamos
la moción y a la Federación de Municipios, pero le pedimos que sea menos corporativista con el estamento político y
defienda de forma clara y rotunda a las entidades locales y a sus
contribuyentes."
(Fotografía de D. Joaquín Ferrándiz: Plaza del Ayuntamiento, año 1.945)