Finaliza la FIESTA y continua el ROSARIO

Las fiestas patronales del Rosario acaban, pero la FIESTA MONTADA en el Ayuntamiento -por unos inconscientes e irresponsables dirigentes- sigue con su particular y agónico rosario, después de una etapa iniciada tras las elecciones locales de 2003, en las que l@s vecin@s del municipio pachequero decidieron dar una oportunidad al Partido Popular (después de 24 años de gobiernos democráticos centristas e independientes del poder establecido en Murcia y Madrid y que tantos beneficios le reportó al municipio), además de una segunda incluso una tercera vez que los votantes han seguido prestando su confianza al todavía alcalde Daniel García Madrid.

El cambio político en las administraciones es sinónimo de madurez democrática y salud institucional, resultando positivamente la renovación que suponga un impulso a la labor pública, aceptando siempre los resultados de las urnas que depositan su mayor ilusión en unos representantes que deben estar a la altura de las circunstancias. El actual Gobierno Local heredó un municipio emprendedor, así como un Ayuntamiento sano y saneado, con multitud de proyectos iniciados que, tras una estudiada paralización por motivos de rentabilidad política, fueron nuevamente impulsados para su finalización pero, transcurrida esa primera fase, el Ayuntamiento ha sufrido un continuo proceso de desmantelamiento de los servicios públicos y de las arcas municipales.

Uno de los primeros desaciertos populares -año 2005- fue privatizar la gestión del agua potable y alcantarillado, pasando del concepto de servicio público al de resultados mercantiles de una empresa cuyo objetivo principal -y legítimo- es obtener beneficios económicos. La hipoteca municipal de Torre Pacheco en la venta del servicio de aguas aflorará con el paso de los años, aunque no ha sido solo este campo privatizado, sino también las guarderías -escuelas infantiles Colorines-, la piscina cubierta, las piscinas al aire libre, la re-búsqueda y actualización de tributos a los vecinos, la realización de informes -la mayoría innecesarios-, etc.

El municipio de Torre Pacheco, otrora uno de los más prósperos del país y referencia indiscutible del sureste ibérico, comenzó al poco tiempo a ser hipotecado por las entidades financieras, con un rosario de préstamos bancarios, usureros intereses y compromisos injustificables que ya van dejando entrever que "EL QUE VENGA DETRÁS QUE ARREE". El año 2015 supone el final de la carencia de préstamos envenenados desde el Gobierno de España para pagar a proveedores. ¿qué pasará entonces? ¿Quién o como se pagará esa deuda? El Ayuntamiento tiene liquidez nula, solicitando aplazamiento de compromisos de pago y cuotas sociales que no hacen otra cosa sino elevar la deuda municipal con una interminable espiral de crecientes intereses. No obstante, el pasado Pleno Municipal de 26 de septiembre sirvió para que el Sr. Alcalde presumiera de SUPERAVIT, poniendo en evidencia la burbuja en la que viven nuestros gobernantes, que no pisan la calle, que no perciben la angustiosa situación de sus vecin@s. De hecho, jamás han sentido la realidad porque la población nunca no se lo ha expresado, prefiriendo la murmuración en voz baja -por si los oyen o ven- a la libre expresión, todo ello ¿por miedo?

Miedo es lo que no tienen las actuales generaciones de pachequer@s, y esa ha sido la sorpresa para estos endogámicos gobernantes locales que, posiblemente por primera vez, han sentido el aliento de l@s ciudadan@s mas jóvenes. Nos estamos refiriendo a la mayoritaria -y no silenciosa- contestación que han tenido los miembros de las peñas festeras ante la tasa del cañizo aprobada por la Corporación Municipal -con el voto contrario del Grupo Independiente-, que ha pillado por sorpresa a unos acomodados políticos acostumbrados a la apatía general de la sociedad ante situaciones injustas y arbitrarias.

Realmente, la juventud pachequera no se ha mostrado únicamente contraria a la imposición de una tasa (desproporcionadamente ridícula en comparación con el IBI, recibo del agua, impuesto de vehículos y restos de tributos locales que siguen subiendo año tras año), sino principalmente ante la chulesca actitud del Sr. Alcalde y su equipo de gobierno contra unos colectivos que, sin ánimo de lucro, se esfuerzan por colaborar en la organización de las fiestas patronales. La prepotencia de la primera autoridad municipal no ha sido admitida por una nueva generación de pachequer@s, víctimas de la crisis provocada por sus mayores y que se ven abocados a tener una actitud más dinámica y comprometida para sobrevivir en un municipio -región y país- que mal-heredarán.

Sin embargo, estos jóvenes (miembros de las innumerables peñas de Torre Pacheco) y no tan jóvenes, han demostrado a sus políticos que las fiestas están por encima de mediocres gobernantes y han participado -de forma respetuosa y decidida- en la celebración de unas fiestas que han devuelto la vida a las calles del pueblo, ya que a falta de recinto festero se han ocupado locales y edificios urbanos para cada peña.

Pero el rosario municipal continua, y los jardines y espacios públicos siguen abandonados (la situación de las pedanías es incluso peor que la capital municipal), la desidia en los polígonos industriales nos recuerdan imágenes apocalípticas, los ciudadanos siguen sin ser respetados -incluso maltratados- por los gobernantes locales, IFEPA sigue amenazada por el centralismo murciano (aunque la corrupción urbanística será la que elimine el desarrollo de una insostenible e injustificada feria en Espinardo), se eliminan los Patronatos de Cultura, Deportes y Vivienda, desaparece el IMSAS, se clausura la vivienda asistida de El Pasico, desaparecen las Comisiones Informativas del Ayuntamiento (con el déficit democrátivo que conlleva), el trasvase del Ebro pasa a la historia y el acueducto del Tajo no se defiende con la misma vehemencia de la etapa Zp, el Plan General de Ordenación Urbana sigue paralizado sine die, etc. etc.

Y mientras tanto, el Ayuntamiento sigue pagando carreteras (cuando la competencia es de la Comunidad Autónoma), sigue pagando gestores en Deportes y Cultura (de forma simultánea con concejales dedicados a ello y cobrando sueldo), sigue teniendo la plantilla política liberada más alta de la Región, al igual que la presión fiscal (por encima de Cartagena y Murcia y tras los municipios marmeronenses), se sigue favoreciendo a grandes empresas inmobiliarias perdonándoles convenios firmados y perjudicando gravemente los intereses municipales en varios millones de euros, la pista de atletismo de Roldán sigue sin construirse (ya que a cambio se ejecutó el nuevo Patronato de Deportes, hoy cerrado y demolidos los despachos dos años después de su construcción).

Este actual Equipo de Gobierno ha llegado a sus mas altas cotas de intolerancia, aprobando mociones de reprobación a todo el mundo que no piensa como ellos, ya sea a los ciudadanos que -justamente- se quejan, ya sea a un concejal por cumplir su obligación de defender a los ciudadan@s, incluso han sido capaces de cambiar el nombre de un colegio -dedicado a Antonio Puig Renau, ex-Director Provincial de Educación- por no ser miembro del PP. Los problemas con la Justicia que está teniendo este alcalde y su equipo -motivados por una distracción del interés general- avergüenzan incluso a sus mismos votantes. El respeto al trabajo y decisiones judiciales que se está teniendo desde el Partido Independiente, con una actitud responsable y prudente, ajena a oportunismos políticos y declaraciones que redunden negativamente en el municipio y en la vida privada de las personas, no coincide con el de unos imputados que debían haber dimitido hace mucho tiempo, aunque su infantil y cansina excusa permanece inalterable: ECHARLE LA CULPA A LOS DEMÁS.