Torre Pacheco está modernizando su paisaje urbano con grandes edificios públicos, prestigiosamente firmados incluso premiados. Es posible que no se haya escatimado en el costo económico ni en los medios empleados, es posible que provoquen polémica por su atrevido diseño, hasta es posible que “nos gusten”.
La nueva biblioteca municipal de Torre Pacheco, muy fotografiada por las revistas especializadas en diseño y arquitectura, ha logrado crear en un solo edificio diversa multiplicidad de usos, sirviendo tanto de lectura en una sala como pista de Skate en su cubierta, albergando simultáneamente exposiciones bajo invernaderos en la terraza. Este edificio, al igual que su colindante del nuevo Colegio del Rosario, están hundidos en el terreno bajo la cota de las calles adyacentes. Hasta ahí bien, pero cuando llueve ¿cómo sale el agua?, ¿con bombas aspiradoras? ¿y si no funcionan?. ¿Qué pasaría si se inunda una biblioteca o un colegio? Y si no llueve y hace sol ¿se produce calor a través de las cristaleras orientadas al estival astro rey?. Esta ¿deficiencia? parece estar resuelta de una forma: alto consumo eléctrico para el acondicionamiento interior de los edificios.
Cuentan l@s alumn@s del Colegio del Rosario que sufren temperaturas superiores a los 40ºC en otoño y primavera (menos mal que en verano no hay clase). ¿es posible desarrollar una actividad docente en condiciones normales?, ¿Por qué no se ha diseñado un sistema de acondicionamiento geotérmico? O mas fácil aún ¿Por qué no se ha orientado el edificio al revés? Todo el mundo sabe que en estas latitudes los grandes ventanales (sin persiana u otro tipo de protección solar) no pueden estar orientados al sur.
El nuevo Colegio de Educación Infantil y Primaria construido en Los Cachimanes, ha sido recubierto íntegramente en sus paredes y tejados con césped artificial. ¿Qué pasará cuando algún alumno o alumna del colegio se apoye en la pared y se rompa el césped?, ¿y si se apoya mas de uno o una?, ¿y si se apoyan todos los días? El coste de mantenimiento del césped no será por el riego, sino por su diaria reparación. ¿Y su limpieza?. Es previsible que este manto acumule mucho polvo, suciedad, insectos, lo que podría agravar la salud de aquell@s niñ@s con patologías respiratorias.
Est@s niñ@s de Roldán que todos los días deberán caminar algunos kilómetros para ir y volver de Los Cachimanes, ¿se ha pensado en ell@s? O por el contrario ¿se ha previsto que todos, absolutamente todos l@s alumn@s, deberán depender de algún vehículo que los acerque al colegio, con el consiguiente problema de tráfico, congestión en horas punta y peligro de accidentes? Todo ello se pondrá a prueba en los próximos cursos en los que el centro educativo esté a pleno funcionamiento, aunque será difícil convencer a padres y alumnos de la conveniencia de ir andando al colegio como ciudadanos sensibilizados con el medio ambiente.
Vistos estos ejemplos nos preguntamos: ¿son sostenibles estos edificios?, ¿han primado criterios de bioconstrucción en su diseño?, ¿es rentable su mantenimiento?, ¿es barato su consumo?, ¿Dónde están los criterios de ahorro energético? ¿Es mas importante la estética que la funcionalidad?
Este análisis debería ser una reflexión sobre los nuevos tiempos en los que entramos, basados en el aprovechamiento racional de los recursos naturales, en el desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, en la eficiencia energética, en el empleo de energías alternativas, en el coste cero de mantenimiento, la eco-construcción autosuficiente, la durabilidad de las infraestructuras,…….
¿Pueden suponer estas actuaciones anteriores un punto de inflexión en la apuesta de Torre Pacheco por la sostenibilidad?
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